El calcio y el fósforo son nutrientes esenciales para los perros: esto significa que necesitan ingerirlos a partir de su alimentación. Son los dos minerales más abundantes del cuerpo y sus funciones principalmente son:
Calcio: más del 90% del calcio que se encuentra en el cuerpo se retiene en los huesos y los dientes donde, junto con el fósforo, es responsable de hacer que estas estructuras sean rígidas. El calcio también juega un papel en la transferencia de información entre las células y en la transmisión de impulsos nerviosos.
Fósforo: una gran proporción (más del 80%) del fósforo que se encuentra en el cuerpo se retiene en los huesos y dientes donde, junto con el calcio, es responsable de hacer que estas estructuras se vuelvan rígidas. Es un componente de las membranas celulares y se requiere para la producción de energía. El fósforo también es un componente estructural del ADN y el ARN, las moléculas que transportan el código genético de las células.
Es muy importante que el alimento aporte cantidades adecuadas de calcio y fósforo, pero también es imprescindible que haya un equilibrio concreto entre ellos, ya que cuando hay déficit o exceso de alguno de ellos, las consecuencias en la salud del animal pueden ser desastrosas. Esto es importante sobre todo en cachorros: si hay desequilibrios de estos 2 minerales durante el crecimiento, el perro acabará teniendo deformaciones en sus extremidades y problemas de articulaciones.
Los niveles de nutrientes que debe contener la comida de perros se regula a nivel europeo por las guías FEDIAF: allí se especifica exactamente cuáles deben ser los niveles mínimos y máximos de calcio y fósforo, así como la relación que debe haber entre ellos en cada etapa de la vida del perro. En Dogfy formulamos nuestras recetas siguiendo estrictamente estas recomendaciones, y todas nuestras recetas son aptas para perros de cualquier edad y tamaño. Realizamos controles de calidad periódicos de todas nuestras recetas para garantizar que los niveles de calcio y fósforo cumplen los parámetros definidos por FEDIAF. Es importante tener en cuenta que el perro NO debe recibir suplementos de calcio (a no ser que haya sido prescrito por un veterinario), ya que el exceso de calcio también tiene un efecto perjudicial para el animal.