En Dogfy contamos con un equipo de formuladores veterinarios que diseñan las recetas escogiendo cuidadosamente cada uno de los ingredientes, ya que trabajamos para ofrecer las mejores propiedades para la salud de los peludos.
En el caso del aceite de girasol, hemos decidido incorporarlo porque es una fuente totalmente natural y accesible de ácido linoleico, que es un nutriente esencial para los perros. Es decir, necesitan obtenerlo de su alimentación.
Se ha demostrado que contribuye a mantener la salud de la piel y el pelaje de los perros, y se suma así al aporte de ácido oleico (que proviene del aceite de oliva) y de ácido araquidónico (que proviene de las grasas animales naturales que contienen las recetas).
También hay que tener en cuenta su aporte de vitamina E de forma natural: siempre priorizamos el aporte de vitaminas naturales para así necesitar menos suplementos vitamínicos (los cuales son imprescindibles para equilibrar las recetas). Todas nuestras recetas son completas y equilibradas, pero estamos trabajando constantemente en mejorar sus beneficios y propiedades.
Respecto a la seguridad del aceite de girasol como ingrediente, nuestro proceso productivo garantiza un envasado al vacío antes de la cocción, así que el mayor riesgo del linoleico (que es la oxidación) queda descartado. Además, hay que tener en cuenta que en alimentación humana el aceite de girasol se suele recomendar menos porque se suele usar en frituras y otros procesos con altas temperaturas, donde se degrada muy rápido y pierde sus propiedades mucho antes que otros tipos de aceite.
En Dogfy utilizamos una cocción muy suave, y gracias a esto no hay riesgo desde este punto de vista.